Ya sea por la edad, la genética, el insomnio o los excesos cotidianos, los párpados caídos o las bolsas bajo los ojos opacan la mirada y dan un aspecto triste que puede afectar al ánimo de una persona y hacerla parecer mayor de lo que es. Para remediar esta afección, la cirugía ofrece una solución que puede devolver a los ojos su resplandor y juventud. Relativamente sencilla de realizar y mínimamente invasiva, con resultados casi inmediatos, la blefaroplastia es actualmente uno de los procedimientos estéticos más populares. He aquí las razones de este éxito.

¿En qué consiste la blefaroplastia?

Si determinadas afecciones, combinadas con el envejecimiento y los caprichos de la genética, son factores que penalizan la belleza y la vivacidad de los ojos, la cirugía de párpados es una sabia elección para remediar los párpados caídos y las bolsas bajo los ojos. Los párpados caídos se deben generalmente a una pérdida de elasticidad de la piel, lo que da la impresión de que los ojos están hinchados.

La naturaleza sencilla y mínimamente invasiva de la blefaroplastia la convierte en una opción razonable y accesible para parecer más joven y reducir la impresión de cansancio que pesa sobre los ojos. Se trata de borrar los efectos de la edad y los factores que afectan a los párpados. Despídase de las ojeras, las arrugas y las bolsas, y deje paso a una mirada más joven y seductora.

¿La blefaroplastia es sólo cuestión de edad?

Realmente no hay límite de edad para la cirugía de párpados, ya que hay muchos factores que causan bolsas bajo los ojos o párpados caídos, y no están necesariamente relacionados con el envejecimiento. Por ejemplo, un hombre o una mujer jóvenes que aún no han cumplido los treinta años pueden tener que plantearse una blefaroplastia, a raíz de una hernia de grasa en los párpados.

Así pues, siempre que goce de buena salud y no existan contraindicaciones ligadas a patologías o complicaciones, puede optar por la blefaroplastia en cuanto surja la necesidad.